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jueves, 1 de diciembre de 2011

Hermanos de Vida

Hoy que es el primer día de Diciembre, recorde que es lo que más amo de Navidad, y es, en definitiva ver a mis primos, es por eso que a ellos, que siempre me han apoyado, dedico la entrada de hoy, con algo muy pequeño que escribí pensando en ellos...

"Los recuerdos de la tierna infancia,
permanecen mezclados en mi memoria,
guardando para siempre su fragancia.
Abro los ojos y están ustedes ahí
mis primos, mis complices,
mis hermanos de vida.
Risas, lágrimas, juegos y abrazos,
están siempre a la orden del día.
Caminamos por las veredas de la mano,
aprendiendo la vida entre todos,
soportando las pruebas del destino.
¿Cómo tan diferentes personas se han unido?
¿Cómo es que jamás nos hemos confrontado?
Eso nunca lo sabremos,
la fuerza de la sangre es misteriosa.
Somos un batallón a prueba de todo,
listos para saltar a la guerra.
Entre nosotros siempre habrá problemas,
pero jamás llegará alguien extraño
que pueda hacernos algún daño.
Y aunque nos hemos dicho cosas que hieren,
solo son producto del enojo,
bien sabemos que ninguno es de oro,
pero tenemos la certeza
de que juntos estaremos bien.
La fuerza de la sangre es tan poderosa,
que cuando nuestros viejos se fueron,
los lazos que creímos romperse,
simplemente se fortalecieron.
Durante un tiempo vivimos en un castillo de aire,
una burbuja de campo,
que lleno nuestra mente de eternos recuerdos.
Aunque pase el tiempo y nos alejemos,
nuestras almas nunca se separan.
Y a pesar de las soledades que vivamos
y de los tormentos que soportemos
la fuerza de la sangre
hará que nuestros corazones estén unidos.
La fiesta de la vida,
está en nuestras reuniones.
Comemos, cantamos, bailamos, reímos,
recordamos con nostalgia el pasado
y soñamos con alegría hacia el futuro.
No recuerdo en que momento
dejaron de ser mis primos
y se volvieron mis hermanos de vida,
pero eso no importa más.
Junto a ustedes he recorrido un camino maravilloso,
la mejor escuela de la vida.
Aprendí, que aunque las pruebas sean duras,
y el destino se ponga oscuro
como la noche eterna,
tarde o temprano saldrá el sol.
Aprendí que la vida es cuesta arriba,
pero cuando subimos a la cima,
la vista es la más hermosa.
Aprendí que a pesar de que tengo que caminar,
por la cuerda floja de la vida,
siempre serán ustedes, mi familia,
la fuerza que me sostiene
y me ayuda a seguir para arriba.
Por esa fuerza que tiene la sangre,
se que juntos estaremos mejor.
La familia es el lazo invisible
que me hace ser como soy.
No somos solo un apellido,
somos una actitud, una fuerza,
un camino que seguir.
Nos unen las risas, las canciones,
los llantos, los muertos, los vivos,
las memorias,
las alegrías y las tristezas.
Aún era una niña cuando los vi crecer,
los vi irse lejos a cumplir sus sueños,
y tengo que confesarlo,
me invadieron el enojo y los celos,
al verlos realizarse como personas,
pero aún más por dejarme sola,
abandonarme cuando aún no podía con la vida,
creer que me lo habían enseñado todo,
a pesar de ser tan solo una chiquilla.
Pero ahora soy yo,
la que se convierte en mujer,
la que piensa en los sueños por cumplir,
empieza a planear con irse lejos,
la que va detrás de su futuro.
Y iré feliz,
porque ahora se, lo que ustedes aprendieron,
entendí, que por más lejos que vuele,
siempre los tendré a ustedes, mi familia,
y a un lugar al cual llamar hogar.
He escrito tantas cosas,
sobre tantos temas por igual,
pero fue hasta esta noche estrellada,
que me puse a escribir sobre ustedes,
¿Qué harán ahora, donde quiera que estén?
¿Verán las mismas estrellas que yo veo?
¿Escucharán la música que compartimos?
¿Se acordarán del rancho?
¿De las aventuras?
¿De los abuelos?
¿De mí?
y sin poder evitarlo,
las lágrimas comienzan a resbalar por mis mejillas,
y comprendo por fin,
lo que se siente extrañar...
Se hace un nudo en la garganta,
algo extraño pesa en el estomago
y la cabeza... se llena de recuerdos.
Pero no los extrañare por mucho tiempo,
pienso mientras me seco las lagrimitas con la mano,
pronto será navidad, mi fecha esperada,
Por fin volveré a sentir sus abrazos,
ya puedo oír sus risas,
ya me empiezo a sentir en casa.
¡Gracias! hermanos de vida
Gracias por estar en cualquier momento,
por acompañarme a algún concierto,
por hacerme sentir bien,
por regañarme cuando lo merezco,
por darme siempre algún consejo,
por no olvidarse de mi cumpleaños,
por hacerme la vida más fácil,
por jalarme y ponerme los pies en la tierra,
pero sobre todo,
por demostrarme que en verdad,
es tu familia,
quien nunca te abandona,
ni te olvida.
Gracias por las sonrisas
los besos y los abrazos,
los dulces y los regalos
las miradas complices,
y las aventuras vividas,
pero más que nada,
gracias por ser como son,
gracias por estar en mi vida
y no dejarme nunca abandonada,
ustedes, mis primos,
mis hermanos del alma